Y no intentes escabullirte, que no te va a servir de nada. No lo puedes postergar más. Ya sé que soy desagradable, ácida, siempre inoportuna. Nadie me ha soportado en ciento cinco años. ¡Nadie! Pero tú tienes que tomarme… ¡no me pueden enterrar viva!
No hay comentarios:
Publicar un comentario