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Blog de Carolina Rangel



Cuentos, microcuentos y poemas.



Escribir no es para mí una necesidad. Es un estado natural. Algo que fluye sin esfuerzo y eso me sorprende.



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martes, 10 de mayo de 2011

Solo un paso

Teresa está en el vestidor, faltan diez minutos para que comience la clase y sabe que se van a ir muy rápido. Alguien la apura, ya tiene el traje de baño, se pone el gorro y sale. Está convencida que hoy es el día. Hoy le van a pedir que se lance a la piscina.
Nunca se ha parado en un trampolín, sin embargo sabe que le tiene miedo. Sabe que le aterra brincar al vacío, sin que nada la agarre, la perturba la soledad de sentir el aire por todos lados. Se pregunta “¿qué se oye en una caída libre?”.

─ ¡Salta Teresita!
No puede. Le asalta un pensamiento, “¿si mientras caigo el agua desaparece? ¿y si no es una clase de natación sino que estoy en la azotea de un edificio?”
Mueve los pies dando pasitos cortos, agita los brazos, mira a todos lados.
─Es solo un paso…
No oye mas nada. “Es solo un paso” repite en su mente. Se concentra en esa frase. Arma una escena en la que no está en el borde de una tabla a 3 metros del agua, está en un parque, en el último escalón antes de pisar el césped. Levanta el pie, pero pierde el equilibrio por un segundo, retoma su posición inicial. “No, no es buena idea. Sabía que esto iba a pasar. ¿Para qué vine?” piensa.
Mira a su alrededor, hay unas cien personas observándola, algunas riendo, otras compungidas, todas expectantes. Si pudiera convencerse de que no se va a hacer daño, pero es que el agua no le parece agua, es como un piso azul.
─Yo estoy aquí abajo, yo te atrapo…
El miedo va en aumento, ya no se mueve, al rato descubre que está paralizada. “¿Cuánto tiempo llevo aquí?” se pregunta. Los músculos se endurecen más y más. Está rígida, el cuerpo se le convirtió en una cárcel.
─Vamos a salir de esto Teresita, anda salta ya…
Necesita moverse, liberarse. No puede. “Déjenme salir” grita dentro de su cabeza.
Siente un impulso, más bien una urgencia, sucedió como si rompiera un tubo en el que estaba contenida, de un solo golpe, gritando con todos los pulmones. ¿Cuánto duró la caída? Le dio tiempo de reír a carcajadas, de sentir el aleteo de brazos y piernas en euforia y de comenzar a llorar justo antes de entrar como una bala en el agua helada.

6 comentarios:

  1. Interesante! Bien presentado el miedo. La ruptura de miedo , esa manera de lanzar al personaje a la piscina es romper (también).Yvelys

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  2. Gracias Yvelys! me encantan tus análisis!

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  3. Carolina por fin te puedo escribir... he leido varios de tus cuentos pero me ha sido imposible comentarlos...este me parece interesante porque es una forma de decirse a si mismo que a pesar de los miedos solo hay que dar un paso muy pequeño para romperlo... si tan sólo supieramos que ese paso es sólo el comienzo a veces sería más fácil darlo... es sencillo romper los temores y mirar hacia adelante................. Te felicito por todos tus cuentos... ,muy interesantes.. Saludos!!!!

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  4. Hola Betsy! qué bella reflexión gracias! te cuento que a muchos les pasa eso no se porque, si quieres los lees y después me pones el comentario en el facebook. Un beso!

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  5. Carola!!! cuanto has cambiado chica! ahora hasta escritora! a la gente le hace bien salirse de tu sabes donde! Saludos por esos lares. Besos a los niños.

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  6. ¡Excelente relato Carolina! Me gusta cómo logras hablar con la voz infantil. Creas una tensión estupenda y cuando la resuelves, sorprendes al lector porque lo haces de la manera más sencilla que a la vez es la más inesperada. En este cuento creí todo el tiempo que la niña tenía una pesadilla o un trance y se iba a matar :s y no fue así. Gracias por escribir.

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