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Blog de Carolina Rangel



Cuentos, microcuentos y poemas.



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martes, 29 de marzo de 2011

Dos regalos, uno para niño y otro para niña

El príncipe


Había una vez un príncipe. Bueno no era un príncipe de verdad, con corona y reino pero lucía como un príncipe, caminaba como un príncipe, hablaba como un príncipe y sobretodo sonreía como un príncipe.Es muy importante destacar la sonrisa porque esta era una de las dos cosas que lo hacían parecer un príncipe, sonreía iluminándolo todo, sonreía con toda la cara y expresaba en esa sonrisa una gran belleza, serenidad, dulzura, picardía, inteligencia. Cuando sonreía era un príncipe, no había duda.También estaban los abrazos, abrazaba con todo el cuerpo, suave y a la vez fuertemente, transmitía todo el amor que sienten los príncipes como él, cuando abrazaba definitivamente era un príncipe.Mucha gente se daba cuenta que era un príncipe pero no lo decían en voz alta, solo manifestaban simpatía por él. Otros no se daban cuenta, creían que era muy especial pero no lo veían como un príncipe.Una vez, se acercó a su mamá y le dio un abrazo, el abrazo de príncipe, además cuando ella lo vio él sonrió, la sonrisa de príncipe.Ese día sí tenía una corona y un reino, era todo un príncipe.


La niña que era extremadamente bella


Había una vez una niña que era extremadamente bella, su extrema belleza provenía de un poder que tenía, en realidad ella era bella pero cuando ejercía ese poder se veía extremadamente bella. Su papá y su mamá casi siempre estaban afectados por el poder, las demás personas se afectaban solo a veces, la mayoría de las veces cuando ella ponía una voz especial que lo incrementaba. También había un gesto de la cara, que hacía que se pusiera extremadamente bella, era un gesto de ternura, de indefensión, la hacía ver que necesitaba que la consintieran, una vez una maestra estaba bajo el poder y la cargó a ella, y solo a ella, un largo trayecto hasta el salón de clases a pesar de que había 45 niños mas que también querían que los cargaran, ese día estaba extremadamente bella para todos. Con todo, en el colegio era donde menos poder tenía, porque había otros niños que tenían poder también y lucían extremadamente bellos, a veces se quedaba sin nada de poder, en esas ocasiones lucía simplemente bella. Si, ella sabía que tenía ese poder y sabía varias maneras de usarlo, pero cuando las personas veían que ella sabía que estaba usando el poder, entonces se veía más extremadamente bella todavía. Una vez se puso un trajecito de bailarina, era color lila, un color que la hace ver extremadamente bella, pero además tenía lentejuelas y tul, había varios incrementadores del poder como el gesto en la cara y la vocecita especial. Ese día mamá la vio por el retrovisor del carro, tenía más poder que nunca, estaba ¡extremadamente bella!

2 comentarios:

  1. Aquí si, aqui si me llegaste al alma...estan preciosos...con la preciosa belleza de lo simple.

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  2. Mercedes: Yo sabía!!! ya te descifré... Gracias por éste y todos los comentarios.

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